EL MANDINGA :: Historias del diablo en la zona central de Chile

118 El Mandinga HISTORIAS DEL DIABLO EN LA ZONA CENTRAL DE CHILE Fastidiado y con la certeza que el autor de la fechoría era su oscuro adversario, buscó una larga escalera para rescatar a las hermanas, las bendijo, las mandó a hacer penitencia y las encerró en el claustro para que su enemigo no tuviera una segunda oportunidad de atentar en contra de su virtud. Pese a sus buenas intenciones, el cura López no tenía la menor idea de la chichita con la que se estaba curando: su enemigo era de armas tomar, y tenía recursos y artilugios para hacerle pasar más de un mal rato. Y así mismo fue: a pesar de que las monjitas estaban encerradas a buen recaudo y bajo siete llaves, una mañana, misteriosamente, amanecieron en la cumbre del cerro Gulutrén. Las malas lenguas del pueblo comentaban que haber despertado allí fue el menor de los males que experimentaron las religiosas durante esa noche. Detalle de las ventanas de la Iglesia. Las cruces sobre las rejas sirven para evitar que el Diablo entre al recinto sagrado.

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