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61 29 Detallado en el Artículo 8 del primer apartado (Política General) del tratado 169 de la OIT. -como el acceso a electricidad, agua potable y redes de alcantarillado-, la migración se hace casi obligatoria. Don Germán reflexiona en torno a esto sosteniendo que los sistemas de riego, de mantenimiento de bofedales, de tratamiento de la sarna, pareo controlado, floreo, ya no se pueden llevar a cabo por falta de gente. Están mal alimentados los animales (...) Se va a presentar un problema serio al altiplano… todas las comunas rurales, porque adulto mayor ya no va a poder mantener sus animales. Y se puede desaparecer de aquí a un par de años más. En estos momentos, están puesto la pila, pero ¿a dónde vamos a llegar? Cuando estaba joven yo, no tenía esos problemas porque yo: ahh ya, el zorro, ya, pues, a buscarlo. Si quiero matar a los depredadores, los mato. Nadie que me autorice, ni que me consulte, no. Pesco el zorro, lo quemo ahí (...) Pero ahora ya estamos viejos, entonces, ¿cómo vamos a hacer el manejo de camélidos? (don Germán Flores Mamani, conversación personal, 13/05/2023) A las dificultades ya mencionadas y vinculadas a la disminución y envejecimiento de la población en el altiplano, se suman las regulaciones de la ley chilena en relación al caso del puma o el zorro, animales que afectan particularmente a las comunidades ganaderas. En este aspecto se contraponen dos sistemas en el cual uno (el chileno) prima por sobre el otro, pecando de excesivo etnocentrismo al no contemplar el peligro que supone para las comunidades aymara la existencia de pumas silvestres y, para el caso del ganado -su forma básica de subsistencia-, la amenaza que constituyen tanto el zorro como el puma. Adicionalmente, es significativo considerar que la palabra con la que don Germán se refiere al puma o al zorro es como “depredador”. Es decir, hay un posicionamiento en un mismo nivel en el cual él, el zorro y el puma compiten por alimento, sustento y desarrollo en su ecosistema. En reiteradas ocasiones, describe cómo buscó el rastro de pumas en Perú diciendo que no vio huellas, u ocasiones en las que intentó confundir al zorro usando una rama y, en otros casos, sangre de llamo, con la finalidad de que el zorro no olfateara su olor. Comprendiendo que son múltiples los factores que han desencadenado el aumento de la presencia de estos animales en las estancias de General Lagos (como la aparición de mineras que han disminuido el espacio regular de la fauna, el cese de la antigua práctica de caza colectiva en el mes de octubre, etc.) se busca puntualizar, sin embargo, que hay una normativa internacional que ampara el derecho indígena en tanto los pueblos originarios deben poder mantener sus sistemas tradicionales económicos, sociales, políticos y jurídicos. Es lo que se reconoce como derecho por usos y costumbres29, esto último no necesariamente requiere que sea concedido un permiso de caza del zorro y el puma en zonas ganaderas, pero sí que el Estado-Nación cuyo marco normativo legisla y, por tanto, regula las prácticas en esos territorios, se haga cargo de dar una solución al conflicto que está afectando a las comunidades en dicha materia. La lectura de don Germán, de modo más amplio, es positiva, pero solamente en relación a las autoridades locales. En cuanto al gobierno, todavía siente que las comunidades ganaderas del altiplano están desplazadas.

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