HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: a 50 años del Golpe de Estado

HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: A 50 años del Golpe de Estado ~189~ los vehículos para el traslado de carabineros y de los campesinos que iban a ser ejecutados. Tanto el informe Rettig como el de la Memoria hablan de “patrullas de civiles y carabineros”, de “delación”, en el caso de Reinaldo Jeldres, en que carabineros señala que lo ejecutan por “la presión de agricultores de la zona”. En la tragedia de Jaime Espinoza Durán el origen de su asesinato es la animadversión de un suboficial; Adelino Pérez Navarrete es detenido por civiles y trasladado a la comisaría de Mulchén; José Orellana Gatica fue arrestado desde su domicilio en Mulchén por civiles. Ya hemos visto lo acontecido en Mulchén, lo de Santa Bárbara, Quilaco y Quilleco donde son patrullas de civiles, vestidos con uniforme militar, y carabineros los que salen a la caza de obreros y dirigentes campesinos en una orgía de sangre que deja decenas de muertos y detenidos desaparecidos. Ya lo señaló José Bengoa que la persecución al campesinado por la dictadura cívico-militar fue “venganza, hubo simulacros de fusilamiento por todas partes, en cuarteles y regimientos que no buscaban información, sino descargar la rabia. Tal como se ha dicho, miles de campesinos fueron lanzados a los caminos; los dirigentes de los partidos políticos se arrancaban o se escondían. Nadie tenía información ni nadie sabía muy bien qué hacer. Muchos fenómenos actuales provienen de esos días amargos”260. No resulta casual que este proceso de aniquilamiento de la dignidad campesina hubiese sido acompañado, en paralelo, por la comitiva de Arellano Stark que pasa simultáneamente por las mismas regiones donde hubo ensañamiento con el mundo campesino. Ello explica que en el caso de los ejecutados de Neltume el fusilamiento de José Liendo, “el comandante Pepe” se retrasa para que el representante de Pinochet en terreno pueda hacerse presente. Tal como lo sintetizó muy bien Hugo Villela lo que hubo fue un “saqueo y exterminio de la clase campesina chilena”261. En dicho texto, el autor desarrolla el proceso que concluyó con una contrarreforma agraria del régimen civil y militar que se implementó a partir de 1973 donde, grosso modo, terminó de anclar un nuevo modelo agrícola hacia fines de 1976. Bajo el espejismo de “una postura apolítica”, así como un supuesto “pragmatismo”, los elementos centrales del modelo no hicieron otra cosa que asumir casi en su totalidad el proyecto político que la derecha levantó con la candidatura de Jorge Alessandri en las elecciones de 1970. Villela adiciona la variable “terror” y “aniquilación del otro”, como dispositivos de poder de las nuevas autoridades que sintetiza, bajo el concepto gramsciano de revolución restauradora: “la voluntad de modernización pretende crear un nuevo tipo de dominación –dominación que reproduzca las condiciones de acumulación capitalista en un nuevo nivel- … Se trata de reconstruir y 260 José Bengoa, Reforma Agraria y revuelta campesina, op. cit., pág, 87. 261 Hugo Villela, Saqueo y exterminio de la clase campesina chilena. La Contrarreforma Agraria del régimen civil y militar, 1973-1976, Lom, 2019.

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