HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: a 50 años del Golpe de Estado

HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: A 50 años del Golpe de Estado ~93~ Adolfo Lara, jefe zonal de desarrollo campesino de la CORA, y secretario regional del PS, manifiesta que ese día a las 7:00 am, y mientras se ducha, le avisan que tiene un llamado telefónico en que le comunican que hay un intento de golpe. Sale como puede de su casa y se dirige a su oficina, oportunidad en que le entrega instrucciones a su secretaria para que elimine todos los documentos. Luego parte a una reunión del PSPC, pero allí ya se han producido las primeras ausencias y hay dirigentes que no llegan. Recién el día 13 regresa a su casa y por primera vez puede ver por televisión las imágenes de la muerte de Allende. Recuerda que, en Rancagua, “hubo un golpe al mando de carabineros y destituyen a Blanco y Jaque, los números uno y dos, respectivamente de la institución a nivel local. El dato es relevante porque hasta que eso no ocurre los militares no salen a la calle. En Rancagua, el golpe no empieza sino hasta que se suman carabineros”132. Finalmente es detenido el 17 de septiembre frente al regimiento Lautaro en Rancagua. Allí pasará por un consejo de guerra, una solicitud de condena a muerte, y una condena de 26 años. Logra finalmente ser expulsado a Suecia, país al que recién logró salir el 17 de febrero de 1976. Quielo Rivera, joven campesino procedente de Choapa, se había radicado en la localidad de Choapinos en la comuna de Rengo, donde trabajaba en la empresa avícola del Estado. Vivió así ese día: “Bueno fue una mañana con todo el problema que teníamos para alimentar porque teníamos una población de ocho mil animales, era grande y con la huelga no venían los camiones del SAG a proveernos de alimentación. Empezamos nosotros a salir a comprar con toque de queda y todo alimento, lo que era alfalfa para darle a los animales, unas camionadas de alfalfa, y a los dos o tres días llegaron en primer lugar los allanamientos de los militares a la localidad nuestra que fueron allanamientos terribles. A las seis de la mañana, cinco de la mañana nos sacaban a todos desnudos allá nos ponían en fila frente a la escuela como para fusilarnos y nos hacían simulacros, le pegaban a la gente, la golpeaban, culatazos buscando armas, en circunstancias que aquí nunca hubo nada en cuanto a armas, nunca hubo nada, propaganda política había mucha pero armas no, y nos vimos afligidos en Los Choapinos. Ellos nos tenían ya a nosotros identificados, como hasta hoy, punto rojo, incluso llamó la Municipalidad de Rengo y en el mapa local que había nosotros estábamos puestos ahí, identificados… Hasta el 18 de septiembre llevábamos tres allanamientos, y en cada uno nos llevaban gente, algunos volvían otros quedaban presos, sobre todo jóvenes. Afortunadamente y por suerte, a mí no me tocó y yo siempre los recibía a los milicos… Bueno, pa qué le cuento, se acabó todo, a fines de septiembre llegaron ya los interventores militares y carabineros jubilados que eran los que más llegaron acá. Yo digo los más, como se puede decir, los más horribles tipos porque uno los conocía de por ahí cerca, retenes de acá, de las comisarías, oiga, habíamos compartido 132 Conversación con Adolfo Lara, Rancagua 22 de noviembre de 2022.

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