HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: a 50 años del Golpe de Estado

HISTORIAS, MEMORIA RURAL Y FUTURO: A 50 años del Golpe de Estado ~167~ locutores, que se yo, que no eran militantes… seguimos transmitiendo porque habíamos establecido un sistema que permitía conectarnos con la radio en Santiago. Claro, nosotros no podíamos decir nada si no sabíamos nada, entonces lo único que hacíamos era transmitir lo que estaba transmitiendo la Magallanes hasta que volaron La Magallanes. Y después de que volaron La Magallanes llegaron los milicos y a la cárcel, que quedaba al lado, para tomar el control de eso… No nos preguntaron nada, o sea nos llevaron hasta la puerta del regimiento con todo tipo de garabatos, y nadie preguntó quienes éramos, yo era el director gerente de la radio… la radio, la ocuparon, y nosotros como militantes comunistas con los militantes de otros partidos nos fondeamos, cada uno en una casa donde pilló, y los militares, comenzaron aquí una cacería”241. Pedro Zurita, tenía 28 años al momento del putsch militar. Trabajaba para CORA en Frutillar y recuerda así esa fecha: “Yo venía de la casa a la oficina en camioneta, venía bajando la cuesta y estaba lleno de milicos. Me pararon, me preguntaron dónde iba. Me dijeron ‘devuélvase para la casa y guarde la camioneta hasta que la vayan a buscar’. Volví a la casa, encendí la radio y me enteré de que el asunto era grave. Yo pensé que esto iba a durar un par de meses. Los militares volvieron a mi casa, llegaron a buscarme y me preguntaron por qué la tenía (la camioneta). Y les dije por instrucción del director zonal. Andaba 241 Conversación con Roberto Castillo, Santiago, 30 de noviembre de 2022. 242 Conversación con Pedro Zurita, Olmopulli, 2 de febrero de 2023. un tipo buscando en el suelo si tenía armas. Me dicen ‘va a tener que venir con nosotros al regimiento a reconocer la camioneta’. Era el 23 de septiembre, era primavera y la abuela de mi señora me dice ‘colócate chomba y ándate abrigado’. Ella había vivido el golpe anterior. Llegué y me dijeron ‘quédese aquí’, era una pieza que estaba llena de sangre. Luego me pescaron y me dejaron en la comisaría. Ahí la cosa se puso seria. Me dijeron ‘queda detenido’ y esa pieza estaba llena de colegas, estaba el director regional. El ‘guatón Romo’ entraba a la pieza, agarraba del pelo y le sacaba la chucha. Al final, nadie quería estar cerca de la puerta. Al otro día nos sacaron al patio y pasaron por encima de mí… nos llevaron a la intendencia y ahí presos de nuevo, incomunicados, aislados… Buscaban mi apellido y me di cuenta de que estábamos todos chequeados y yo estaba en la lista de los militantes. Estuve 45 días sin salir. Me dijeron que por el repuesto sacado a la camioneta en mi casa, era motivo de pena de muerte en estado de guerra, y ahí recién supe que, por sacar el repuesto a la camioneta, como medida de seguridad, estaba preso”242. Durante el día 11 de septiembre de 1973, los trabajadores del complejo forestal y maderero Panguipulli desarrollaron una asamblea y decidieron hacer acciones para defender al gobierno popular. Como medida de presión, campesinos y miristas encabezados por el comandante Pepe acudieron al retén de

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