La nueva mirada de la “uva país” entre los productores y consumidores en la Región del Maule Noticias Nuestra Tierra

La nueva mirada de la “uva país” entre los productores y consumidores en la Región del Maule

Más de 200 años caracterizan la historia de la cepa País, una variedad de uva que llegó en el siglo XIX junto al arribo de los españoles y que aún se cultiva en manos de unos ocho mil pequeños y medianos productores, alcanzando una superficie aproximada a las seis mil hectáreas plantadas en zonas de Secano Interior y Costero, principalmente en las regiones del Maule y Biobío.

 

Los licores elaborados en base a esta variedad son el vino de mesa, chicha y aguardiente, los que durante muchos años fueron tildados de mala calidad debido a las condiciones básicas de producción que no permitían obtener un brebaje que apuntara a mercados más exigentes.

 

Sin embargo, este escenario poco alentador cambió. Atrás quedó la escasa motivación de los vitivinicultores debido a la baja rentabilidad de la cepa y la poca tecnología que ellos manejaban para darle valor agregado a sus productos.

 

Emprendimiento público-privado

 

El Ministerio de Agricultura, a través del Centro Experimental Cauquenes de INIA, tiene tradición en el mundo de los vinos especialmente en las zonas de Secano maulinas, donde se concentran 3.500 hectáreasequivalentes al 88% a nivel nacional.

 

La seremi de Agricultura, Anita Prizant, destacó que, por esta razón, surgió la idea de “apoyar a los vitivinicultores, entregándoles herramientas para que mejoren sus sistemas productivos e incorporen tecnologías para ser más eficientes y de este modo le dieran mayor valor agregado a su producto”.

 

Por su parte, la investigadora a cargo del área vitivinícola del Inia Cauquenes, Irina Díaz, explicó que “lo más importante de capacitar a los pequeños agricultores es saber transferir tecnologías y conocimiento, para que de este modo entiendan por qué realizan diversos manejos y así mejoren su gestión”. Además, puntualizó que, tras años de investigación en la materia, existía la necesidad de transferir el conocimiento y aportar al desarrollo de la actividad vitivinícola, es decir, aumentar la competitividad del sector y fortalecer un polo importante de la economía regional.

 

En ese camino, buscar alternativas en el mundo privado para asociarse y desarrollar un proyecto enológico que permita potenciar la cepa País fue la respuesta. “Gracias al potencial de esta uva se puede desarrollar investigación y también innovar para elaborar nuevos productos destinados a nichos de mercado, es decir, un vino de calidad con estándares internacionales que marque la pauta en el mundo”, afirma Díaz.

 

Proyecto innovador

 

El objetivo de la iniciativa denominada “Formulación y evaluación de estrategias para el perfeccionamiento del uso de la cepa País en el desarrollo rural de la Región del Maule”, consistió en diversificar la oferta de productos comerciales elaborados a partir de uva País, mediante la producción de chicha de alta calidad, Late Harvest, vino Licoroso, Vino País Rosé, País Reserva y Grapa.

 

El proyecto innovador fue ejecutado por el Ministerio de Agricultura, a través de INIA, gracias a un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) otorgado por el Gobierno Regional del Maule y contó con la colaboración de Cooperativa Loncomilla de la comuna de San Javier, que reúne a 105 pequeños productores cooperados,  de los cuales el 56% pertenece a la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

 

Los nuevos tiempos de la cepa País

 

Durante muchos años las hectáreas de cepa País estuvieron abandonas a raíz de sus bajos precios en el mercado, por eso recuperarlas y diversificarlas gracias a un proyecto de investigación permitió que los vitivinicultores pudieran ampliar sus opciones económicas y a su vez mejorar su materia prima

 

Desde una mirada enológica, el poco color, baja acidez, astringencia y un elevado grado alcohólico marcaron las características de los licores hechos en base a uva País, a lo que se suma una producción artesanal que no permitía alargar los tiempos de guarda y, por lo tanto, no podían pensar en exportar a mercados lejanos.

 

El enólogo ejecutor del proyecto, Diego Morales Cepeda, afirmó que “antes la cepa País se trataba como uva de baja calidad y la forma en que se vinificaba no era la óptima, ya que sólo se destinada a aumentar el volumen dejando de lado la calidad”. Además, agrega que “el tiempo ha indicado qué hacer con la uva en el campo y en la bodega, sumado a que la tendencia de hacer vinos más frescos y con menos extracción han llevado a que los enólogos entiendan que es una cepa de la cual se puede obtener productos de excelente calidad”.

 

Adicionalmente, los productos están orientados a que el consumidor se informe y conozca la versatilidad de la uva País y sus cualidades, es decir, que con una variedad de uva muchas veces mirada en menos se puede hacer un espumoso o late harvest a bajo costo y accesible a todo el público en general.

 

Cabe destacar que a partir de esta iniciativa, los investigadores de INIA elaboraron otro proyecto que comenzó a ejecutarse en julio gracias al financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la colaboración de la Cooperativa Loncomilla, el cual consiste en elaborar vinos bajos en alcohol con uvas Carignan, Moscatel y País. Ambos proyectos buscan otorgar valor agregado a las uvas de Secano.

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